Romance de la Linda Melisenda  

Posted by Verónica Barchiesi in

Después de haber leído algunos Romances, decidí escoger para este análisis, el Romance de la linda Melisenda. El por qué de mi elección radica sencillamente en su temática y cierta conexión (al menos así lo aprecio, con La Celestina; Melisenda, Melibea, la honra femenina en ambos textos, el loco amor, la “vieja” consejera /Celestina…)
Por lo que he leído, este romance fue publicado en un pliego suelto en el año 1650, aunque habría versiones distintas, en tanto, el final-desenlace del romance presenta variaciones. En la versión más corta, el desenlace es moralizante, en tanto Melisenda retorna a su casa por sugerencia del alguacil de su padre; en la más larga, termina en boda; y en una tercera versión – que es la que uso para este análisis – el final es abierto.




Sobre los romances en general y el Romance de la linda Melisenda, en particular.

- Los romances tienen origen en la gesta y fueron transmitidos por la tradición oral. De acuerdo a su temática, narran hazañas de la guerra, conflictos, tragedias, alegrías y amores; precisamente por esto, muchas veces los encontramos clasificados según el tema, aunque en algunos casos particulares existen cruces temáticos. En el caso puntual del Romance de la linda Melisenda, la temática podría definirse como amorosa, en tanto Melisenda, hija del emperador está enamorada del conde Ayruelo; un amor que dista mucho de ser un “amor cortés” y se acerca peligrosa y transgresoramente a un “loco amor”, con todas las consecuencias que ello implica para el honor de la mujer, muy diferente al del hombre del siglo XV. Mientras el hombre puede aumentar su honra con hazañas y tesoros, la mujer sólo puede conservarla si conserva su virginidad, por lo tanto debe evitar cualquier tipo de conducta indecorosa.

- Por su carácter oral, la estructura de los romances es no estrófica, es decir, una serie indefinida de versos octosílabos de rima asonante en los pares. En el caso del Romance de la linda Melisenda, por ejemplo, lo encontramos en versos octasílabos, pero también en versos de 16 sílabas (dos hemestiquios separados por una cesura = 8 sílabas y 8 sílabas), como el que descargué para este trabajo (desde Cervantes Virtual - Francisco de Lora), pero que para un mejor análisis ordené en versos de 8 sílabas.



Versificación:

El romance analizado tiene 82 versos de octosílabos.
(El poema puede distribuirse también en grupos de 16 sílabas con pausa o cesura en medio, separando los hemistiquios)
Rima asonante en los versos pares, libre en los impares.

Todas las gentes dormían — en las que Dios tiene parte (8 sílabas + 8 sílabas)
mas no duerme Melisenda—la hija del emperante;


Todas las gentes dormían (8) a (el acento recae sobre la penúltima sílaba)
en las que Dios tiene parte, (8) b
mas no duerme Melisenda (8) a
la hija del emperante; (7+1) b (el acento recae sobre la penúltima sílaba) + pausa)
que amores del conde Ayruelo (8) c
no la dejan reposar. (7+1) a



Análisis

Anáfora: repetición de sonidos al inicio de un verso. Ejemplos:
Si dormis, las mis doncellas,
si dormides, recordad;

Prestásesme, dijo a Hernando,
prestásesme tu puñal,

Hipérbaton: se invierte el orden de palabras en loca tornar
¡O vos tenéis mal de amores
o os queréis loca tornar!

Aliteración: repetición de uno o varios fonemas.
que miedo me tengo, miedo
de los perros de la calle.
Anáfora: Una serie de frases o fragmentos de frases que comienzan de la misma forma.
Socorred mis caballeros / socorred sin más tardar.




Símiles:

Salto diera de la cama
como la parió su madre,
que si esperáis a vejez
no vos querrá un rapaz.



Metáfora:

De Venus es su jugar (para expresar el acto de entrega sexual entre Melisenda y el Conde)
Presencia de arcaísmos como: “...tengádesme poridad...” en el verso 20; “...Agora es tiempo, señora,...” verso 25; “...mas cuando fui pequeña...”; “...prestásesme, dijo a Hernandillo ...” verso 53; “...diérale tal puñalada...” verso 59.

Diálogos: se dan de forma directa, entre Melisenda y sus damas, más precisamente con la vieja que la aconseja (carpe diem), entre Melisenda y Hernandillo; entre Melisenda y el conde. Estos tres momentos dialogados proporcionan dinamismo y dramatismo, y operan para proporcionar un efecto escénico en la percepción del oyente/lector, donde los personajes cobran vida.
Algunas preguntas retóricas:

¬_¿Que es aquesto, Melisenda?
¿Esto qué podía estar?



Lectura del Romance de la Linda Melisenda

Todas las gentes dormían
en las que Dios tiene parte,
mas no duerme Melisenda
la hija del emperante;
que amores del conde Ayruelo
no la dejan reposar.

En el tercer verso, el más, en tanto término adversativo cobra importancia para señalar una situación ligada al tema que trata el romance: la transgresión provocada por un “loco amor”. Melisenda no duerme, como los hacen todos (y además) en las que Dios tiene parte; he aquí una doble transgresión: a) no dormir y b) excluida del conjunto de todos los que duermen, y en los que Dios tiene parte, supone un alejamiento de Dios.
Como ya mencioné, el no dormir es una causa de un “loco amor”, lo que supone una transgresión para la época, en lo relacionado con la honra femenina. En términos de Kristeva, disyunción excluyente: amor cortés vs. loco amor.

Ahora, veamos los versos siguientes:

Salto diera de la cama
como la parió su madre,
vistiérase una alcandora
no hallando su brial;
vase para los palacios
donde sus damas están;
dando palmadas en ellas
las empezó de llamar:

Hay dos cosas que podemos leer. Melisenda salta “desnuda” de la cama (lo que se expresa comparando esa acción con el momento de su nacimiento, para referirse no a cómo lo hace sino a cómo se encuentra) y se viste con una alcandora. Buscando el significado de este término, encuentro dos definiciones interesantes:
a) Alcandora: prenda de vestir, semejante a la camisa.
b) Alcandora. (nom. f.) Alcahueta, celestina, tercera, trotaconventos. 1 -Mujer que intercede para que se entablen relaciones amorosas ilícitas. 2- Mujer encubridora de maquinaciones o componendas.
De la definición a) podemos entender que no se trata de una prenda adecuada para una dama, hija del emperador, sino de una prenda indecorosa para vestir en público o en la calle. De la segunda definición, ¿podría pensarse que Melisenda se viste de “maquinaciones sobre relaciones ilícitas”, y así sale a la calle?
Cualquiera de las dos interpretaciones nos llevaría al hilo conductor de la transgresión. Transgresión que en el romance evoluciona y va en aumento hasta un punto culminante.

Melisenda sale a la calle y va hacia donde duermen sus damas, irrumpe el descanso de éstas movilizada por su loco amor, por su objeto de deseo: el Conde Ayruelo. Lo que ella solicita es consejo; petición que se manifiesta angustiosamente exhortando a sus damas con un “recordad”. Requiere un permiso que legalice sus deseos (su transgresión) o un límite.

–Si dormís, las mis doncellas,
si dormides, recordad;
las que sabedes de amores
consejo me queráis dar;
las que de amor non sabedes
tengádesme poridad:
amores del conde Ayruelo
no me dejan reposar.

Es una vieja quien responde a su consejo. Se trata de una “Celestina” que en su consejo expone el tópico carpe diem.

–Agora es tiempo, señora,
de los placeres tomar,
que si esperáis a vejez
no vos querrá un rapaz.–

El consejo, en el Agora, opera como habilitación o permiso para un tiempo de juventud, un tiempo de loco amor. La acción de avance en la historia está marcada por “ y vase a buscar al conde / a los palacios do está. “
Melisenda se dirige al Castillo del Conde, pero un obstáculo en su camino le otorga suspenso y dramatismo trágico a la historia. Melisenda se encuentra con el alguacil de su padre quien desaprueba la presencia de la hija del emperador en medio de la noche, a escondidas, e indecorosamente vestida y poseída por el deseo hacia el Conde.

–¿Que es aquesto, Melisenda?
¿Esto qué podía estar?
¡0 vos tenéis mal de amores,
o os queréis loca tornar! (hipérbaton)

Melisenda va más allá en su comportamiento transgresor y mediante el engaño, asesina al guardia (más lejos no podría estar de Dios…) y sigue su camino. Aquí nuevamente, el avance opera a través de la repetición de “Y vase para el palacio / a do el conde Ayruelo está”. Pero un nuevo obstáculo aparece en escena: las puertas cerradas que Melisenda abre por “arte de encantamiento”. En este punto valdría preguntarse, ¿cómo Melisenda logra abrir las puertas?, ¿cuál es el arte que emplea para abrirlas? ¿Encantamiento?... ¿Acaso no es el mismo diablo el único conocedor de ese tipo de arte? ¿Podríamos pensar que Melisenda está poseída por el diablo? ¿El loco amor es algo demoníaco? Todas estas preguntas, reflexiones que surgen de la lectura sugieren nuevamente una transgresión que aleja definitivamente a Melisenda, de Dios (disyunción excluyente).

Ante el estruendo de las puertas que se abren, el Conde despierta exaltado, y creyendo que sus enemigos vienen a matarlo, pide auxilio (operación de diálogo que proporciona dramatismo – presencia de anáfora).

–Socorred, mis caballeros,
socorred sin más tardar;
creo son mis enemigos,
que me vienen a matar.

Pero Melisenda “discreta” le habla. Lo tranquiliza mediante engaño para obtener aquello que desea: nueva transgresión. Le dice ser una “morica” término que hace pensar en la posibilidad de cruce temático fronterizo, pero que además, legaliza el comportamiento del Conde. El conde actúa como se espera, frente a una “morica venida de allende el mar”. No hubiera sido lícito, de saber que se trata de la hija del emperador.

En conclusión, el Romance de la linda Melisenda, es un romance cuyo tema es el amor, en términos de “loco amor”, amor irracional, pecado. Este loco amor es el móvil de toda la acción. Por otra parte, la acción consecuente implica una transgresión sostenida y ascendente, hasta el logro del deseo de Melisenda.
El loco amor y la consecuente transgresión se produce mientras todos duermen, y es posible por la complicidad de la consejera, de la noche y por el “afuera” (lo espacio-temporal). La oscuridad y el afuera son el escenario propicio para el pecado (deseo, asesinato, realización sexual). Finalmente, en esta versión analizada, el final queda abierto, culminando con una metáfora sobre la entrega sexual de Melisenda y su Conde.

This entry was posted on jueves, 21 de enero de 2010 at 22:09 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

1 comentarios

Anónimo  

Demas!! me re sirvio!! :)

7 de junio de 2011, 8:28

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