¿Qué es un Poeta para Bécquer?  

Posted by Verónica Barchiesi in

Bécquer dirá que no es un hombre ordinario, por lo tanto, podemos pensar -retomando la idea de Octavio Paz - que para Bécquer, un poema es el encuentro entre la poesía y el POETA.

Un poeta es quien logra domar a ese rebelde y mezquino idioma. El poeta es entonces quien entabla una lucha, una “épica de la intimidad”. Si hubiera domado de antemano el lenguaje, no habría lucha íntima o épica de la intimidad. El poeta es el único capaz de domar al grosero, mezquino e insuficiente idioma del hombre, y aquí, creo que podemos leer esa escena de épica (lucha con la lengua, con esa resistencia de la lengua) en la intimidad del poeta, en su interior…
Sólo si el poeta puede convertir su abismo interior en materia de un libro, la épica becqueriana, tal como la concibió García Montero, tendrá posibilidades de lectura.

Recordemos la introducción de Rimas y leyendas que escribiera Bécquer en 1868:

“Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el arte los vista de la palabra para poderse presentar decentes en la escena del mundo.”

“… mi musa concibe y pare en el misterioso santuario de la cabeza, poblándola de creaciones sin número, a las cuales ni mi actividad ni todos los años que me restan de vida serían suficientes a dar forma.”

“Pero, ¡ay!, que entre el mundo de la idea y el de la forma existe un abismo que sólo puede salvar la palabra, y la palabra, tímida y perezosa, se niega a secundar sus esfuerzos.”

“Mi inteligencia os nutrirá lo suficiente para que seáis palpables; os vestirá, aunque sea de harapos, lo bastante para que no avergüence vuestra desnudez.”


En resumen, para Bécquer la poesía es esencia del mundo, la esencia de las cosas individuales, la esencia del espíritu humano. Esencia que tiene vida propia, que existe y existirá aunque no haya ningún poeta, sólo que existe completamente desnuda, en lo inmaterial, en lo idealizado; por lo tanto, para materializarse textualmente necesitará de alguien capaz de ganarle la batalla al idioma rebelde e insuficiente del hombre, alguien que vista esa desnudez, alguien que pueda ser capaz de combinar inteligencia e inspiración:
“Mi inteligencia os nutrirá lo suficiente para que seáis palpables; os vestirá, aunque sea de harapos, lo bastante para que no avergüence vuestra desnudez.”

This entry was posted on jueves, 21 de enero de 2010 at 22:02 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

1 comentarios

Anónimo  

muy bello y romántico ese Bécquer
LucY

27 de enero de 2010, 20:32

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